Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Llorar.

Hoy repasando el blog, esta historia que bien pudiera ser el argumento de una de esas novelas que encontramos en los kioscos de estaciones y aeropuertos, me he dado cuenta de algo que hasta ahora había pasado desapercibido. Todos los poemas que contenía la carpeta tienen un final  tajante y contundente como:

 En el árbol:
porque sabes de todos
nuestras penas
y aunque quisieras,
siempre seras mudo testigo.


En mis libros tus cosas:
estamos aquí,
la mirada limpia.

y eso es lo importante.


En Acróstico:
Tienes la gallardía de un 
Indio y la belleza de un
Narciso.
Y así la mayoría, todos rematan contundentemente.
Los nuevos poemas, los recibidos con fecha del 2012, finalizan con interrogantes, demandan respuestas, dudan, ruegan, dejan siempre un desenlace abierto.
No sé, igual son alucinaciones mías.
Os transcribo el ultimo poema que he recibido por correo. 
  


Cuando uno camina solo y agobiado
y solo su sombra le acompaña,
no le cabe ni un minuto de respiro.
Cuando uno intenta soltar el duro lastre de su vida
y no puede
¿que hacés?.
Cantar tangos,
beber como un loco descosido,
amar como un tierno quinceañero
y llorar,
¿porque no?
llorar, llorar,
que más da, llorar.

martes, 20 de noviembre de 2012

A los poetas.

Todas las mañanas abro el correo del blog con la esperanza de tener noticias de Nicolás y hoy he tenido suerte.
Os transcribo, como llevo haciendo desde hace meses, un nuevo poema en el que -yo al menos- puedo entrever un poco más de su vida.
Este es el tercero de los cuatro poemas que tengo en mi poder desde que Nicolás decidió ponerse en contacto conmigo.
Los he leído, releído, repasado en profundidad y es obvio su reencuentro con la pluma, claro está que su temática es otra, no le canta al amor, al desamor, no se enfrenta con el orden preestablecido, aún así continua con ese aire nostálgico y a veces irreverente como hilo conductor.
¿Leerá mi blog?.
¿Entrara en la página de facebook?.
¿Seguirá este romance que mantengo con  sus poemas de "notas para nada"?
 




Cuando te enfrentas solo y taciturno
al vértigo del folio a medio gas
y quieres contar tu vida en dos minutos
y solo encuentras tus despojos,
¿que hacés?.
Vuelve la rueca de tu vida a girar,
y quieres contar tantas cosas
tu que has nacido poeta
y ahora te ahogas
intentando contar tus miserias.
No es posible, 
dejadme soltarme
en esta noche,
no quiero morir
mas triste que he vivido,
¡dejadme contaros mi alegría,
dejadme contaros,
que he querido ser poeta,
y no he podido.!
                                Nicolás, 2012

viernes, 16 de noviembre de 2012

¿Qué puedes esperar cuando no esperas nada?

La reaparición de Nicolás me da alas para seguir con el blog y la página de facebook, últimamente rondaba en mi cabeza la idea de arrojar la carpeta de "notas para nada" al contenedor, pensaba que invadía la intimidad del autor que tal vez no quiso publicarlos pero, también consideré la opinión de uno de los poetas que vagan por la red : "la arbitrariedad en literatura es licita".
Su regreso, sus correos con poemas recién sacados del horno me indican que no me equivoqué cuando ya hace meses decidí publicar un trocito de su alma.
Os transcribo uno de los últimos. 


¿Qué puedes esperar cuando no esperas nada?

¿Qué decir de la lagrima prolija,
   del hombre acabado e imperfecto?
¿Qué decir de esa náusea sempiterna y agobiante?
¿Qué decir de esa tímida sonrisa?
¿Qué decir del hombre circunspecto?
¿Qué decir de ti,
                  de mi,
                  de nosotros?
¿Qué decir en medio de la nada?
¿Qué decir?

                                                       Nicolás, Noviembre de 2012

martes, 13 de noviembre de 2012

A trece y martes de Noviembre.

Hoy como todos los días desde que comenzó la historia de "notas para nada" he abierto el correo del blog y ...no podéis imaginar cual ha sido mi alegría al ver en la bandeja de entrada un mensaje de Nicolás, como asunto: A trece y martes de noviembre.
He sentido que me sudaban las manos un segundo antes de hacer clic en el nombre que era como un letrero de neón que se encendía y se apagaba "Nicolás", "Nicolás".
Y solo transcribo porque.. decir lo que he sentido al leer el mensaje seria imposible.



A trece y martes de Noviembre

Has logrado convencerme,
has doblegado mi pudor
has hecho trizas mi silencio,
has destrozado mi dolor.
Has hecho un siete de mi roto,
has revuelto mis entrañas,
mi mutismo,
¿que has hecho de mi?
¿que has hecho?.

                      Nicolás 13 del 11 de 2012

 

lunes, 12 de noviembre de 2012

Una noche en el Barbieri



Mis entradas en este mi primer y único blog son escasas últimamente y el motivo es que quiero prolongar el romance que mantengo con la carpeta de "notas para nada". Solo faltan por publicar un par de poemas que trato de estirar mientras deseo que Nicolás reaparezca y decida regalarme mas "notas para nada".

 

UN SÁBADO, UNA NOCHE EN BARBIERI

Vagaba libre el alma de un borracho

en una noche que suena a Bertolucci.

Y jugaban sus ojos 

mirándose en el

roto cristal de

la vidriera.

Al otro lado de la barra,

la joven dama vieja

batía monótona 


la nata montada que mezclaba

con besos de pasillo.

Tibias notas de jazz

ponen el justo punto en

el ambiente y

viejas señoras con sus perros

toman cerveza con panchitos.

Y el borracho, que hoy,

¡milagro! está sereno,

tranquilo y sosegado

intenta escribir

la historia de una noche.

Rondan su cabeza

hombres,

mujeres,

decisiones

y él

-que cuando quiere lo consigue-

Piensa en ellos,

sonríe

y los ignora.

Nicolás Febrero del 82