Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Eternidad.

 Y...una vez más, dos correos consecutivos de Nicolás, (¿será porque se aproxima la Navidad?) la carpeta marrón que en su día encontré tiene ya más de doscientos poemas, porque no se si sabéis (no tenéis porque saberlo) que cada vez que recibo un poema, lo copio, lo imprimo y lo guardo en la misma carpeta marrón donde estaban los manuscritos que encontré el día (bendito día) que como de costumbre me acerque al contenedor de papel para dejar todos los periódicos que se amontonan en casa cada semana.
El poema de hoy nos habla de eternidad, no sé muy bien a qué clase de inmortalidad se refiere Nicolás. 
¿Se refiere a la duración en el recuerdo de aquellos que nos han conocido? si es así es una eternidad corta no durara más de dos o tres generaciones.
¿Se refiere a la duración en el recuerdo de aquellos que NO nos han conocido? creo que esa eternidad está reservada para una minoría, gente que pasa a la historia, artistas, poetas...sin duda esa inmortalidad puede durar siglos.
Lo que sí puedo decir es que Nicolás y la carpeta comienzan a ser eternos para mí.

Transcribo:


Cuando seamos eternos y
nademos ingrávidos en
arroyos de dulce ambrosía,
echaremos de menos esta tierra canalla
de hermanos cainitas.
Cuando seamos eternos y
el sol no se ponga y
veamos mil lunas,
echaremos de menos la rabia,
el coraje de vivir cada día.
Cuando seamos eternos y
la piel no sea piel
y los besos no sepan a nada,
echaremos de menos
los amores furtivos,
el sabor del tequila,
ese viejo corrido,
echaremos de menos
la noche,
la orilla,
echaremos de menos,
la vida.
                                                             Nicolás

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